La industria turística mundial vive un renacimiento sin precedentes tras la crisis provocada por la COVID-19. Con cifras que muestran una recuperación casi total para finales de 2025, el sector se posiciona como uno de los motores económicos más dinámicos y esperanzadores en el escenario global. Esta revitalización tiene un impacto directo en millones de empleos y consolida oportunidades para hoteles, aerolíneas y comunidades locales.
En los primeros nueve meses de 2024, el turismo internacional recuperó el 98% de los niveles previos a la pandemia, con aproximadamente 1.100 millones de viajeros desplazándose más allá de sus fronteras. Regiones como América alcanzaron el 97% de las llegadas registradas en 2019, mientras que Asia y el Pacífico cerraron el año con un 85%.
Estos datos reflejan una demanda contenida que se liberó con la flexibilización de restricciones y la confianza recuperada en los desplazamientos aéreos y terrestres. La tendencia se aceleró en el primer trimestre de 2025, con un aumento del 5% en llegadas internacionales respecto al mismo periodo del año anterior.
El sector de viajes y turismo está encaminado a marcar cifras nunca antes vistas. Para 2025, se proyecta un aporte de 11,7 billones de dólares a la economía global, equivalente al 10,3% del PIB mundial. Este volumen de actividad supera cualquier registro anterior y supone un récord histórico en aportes económicos a nivel internacional.
El gasto de los viajeros internacionales también alcanza cotas inéditas: 2,1 billones de dólares previstos para 2025, superando en 164.000 millones el récord de 2019. En España, Exceltur augura que la participación del turismo en el PIB nacional subirá al 13,5% en 2025, una cifra que no solo mejora el 13,1% estimado para 2024, sino que supera en 1,2 puntos el nivel de 2023.
El aumento de la demanda turística se traduce directamente en un nivel de ocupación y tarifas medias superiores a los de 2019. Hoteles de diversas categorías reportan ocupaciones récord, con incrementos de dos dígitos en los ingresos por habitación. Las aerolíneas, por su parte, están batiendo marcas de pasajeros transportados y generando flujos de caja positivos que les permiten planificar nuevas rutas y flotas.
Según el análisis de resultados trimestrales, tanto cadenas hoteleras como compañías aéreas superan los niveles de ingresos de la era prepandemia. Este comportamiento robusto consolida empleos y favorece el surgimiento de pequeñas empresas asociadas al turismo, desde agencias locales hasta proveedores de servicios complementarios.
¿Cómo pueden aprovechar este entorno favorable los actores del sector? A continuación, ideas prácticas para maximizar beneficios:
El impulso turístico no es uniforme en todas las regiones. África y América del Sur presentan crecimientos destacados, mientras que Europa mediterránea y central experimentan aumentos sostenidos aunque más moderados. Francia y Noruega lideran con subidas interanuales del 6% y 20% en ingresos, respectivamente.
En España, el primer cuatrimestre de 2025 podría registrar más de 26 millones de turistas extranjeros, un 10% más que en el mismo periodo de 2024. Los viajes internos de residentes podrían alcanzar 48 millones, reforzando el mercado doméstico como un pilar clave de estabilidad.
A pesar de la tendencia positiva, persisten desafíos: la volatilidad económica, tensiones geopolíticas y el cambio climático pueden condicionar la estabilidad de la demanda. Mantener un equilibrio entre sostenibilidad y lucro será esencial para garantizar un turismo responsable y duradero.
Para afrontar estos riesgos, las empresas deben apostar por:
La recuperación del turismo es una realidad palpable que genera un efecto multiplicador en todas las áreas económicas. Hoteles y aerolíneas viven un momento de bonanza, pero también la responsabilidad de gestionar el crecimiento con visión sostenible. Quienes adopten innovación, flexibilidad y un enfoque colaborativo estarán en la vanguardia de este renacer global.
El horizonte 2025 se muestra brillante: con previsiones de récords históricos y la oportunidad de redefinir estándares, el sector turístico tiene el potencial de ser un agente transformador, capaz de impulsar la economía, proteger el medio ambiente y enriquecer la experiencia de millones de viajeros.
Referencias