En la rutina diaria, solemos pasar por alto valiosos beneficios incluidos en nuestras tarjetas de crédito. La gran mayoría de estos seguros están cubiertos por la anualidad o por cargos periódicos ligados al producto, pero pocos usuarios conocen cómo reclamarlos.
En este artículo, descubrirás el alcance de cada cobertura, ejemplos numéricos y consejos prácticos para aprovechar al máximo las protecciones gratuitas que ya tienes contratadas.
Las entidades financieras ofrecen distintos tipos de protección como parte de la misma tarjeta, sin coste adicional más allá de la comisión anual. Estos seguros varían según el nivel de la tarjeta (Clásica, Oro, Platino, etc.) y la entidad emisora.
Algunos de los más comunes son:
Además, muchas tarjetas incluyen pólizas para compras, demoras de equipaje y fraude por Internet, todo condicionado al pago del servicio con la tarjeta.
En la práctica, cada seguro tiene condiciones específicas, límites de capital asegurado y exclusiones. A continuación, un resumen comparativo:
Por ejemplo, la Visa Oro de CaixaBank cubre hasta 300.000 € por accidentes y 6.000 € en asistencia. Con un pago extra de 3 € mensuales se amplían garantías para compras, cancelación de eventos y protección en caso de desempleo o hospitalización.
La clave está en revisar detalladamente las condiciones de cada póliza, especialmente las exclusiones y los plazos máximos para presentar reclamaciones y denuncias ante la autoridad competente.
Para beneficiarte de estos seguros debes cumplir requisitos esenciales:
Si no sigues estos pasos, la entidad puede denegar la reclamación o reducir el importe indemnizable. Ten siempre copias de los comprobantes de pago y guarda los billetes o facturas físicas o digitales.
Es recomendable anotar las fechas de compra y los números de referencia de cada operación, así evitas demoras al comunicarte con la aseguradora o el banco.
No todas las tarjetas ofrecen los mismos seguros ni los mismos límites. Mientras algunas cobran una comisión anual más alta para incluir coberturas premium, otras permiten ampliar la protección mediante un pago extra mensual.
Algunos consejos para aprovechar tus seguros:
En caso de dudas, llama al servicio de atención al cliente de tu banco o acude a la sucursal. Un asesor puede explicarte cada detalle y orientarte sobre cómo mejorar tu protección.
Por último, recuerda que el coste de estos seguros ya está incluido en la comisión anual de la tarjeta. Si no los conoces, quizás estés pagando por algo que podrías aprovechar sin coste adicional.
Revisar y reclamar estos beneficios puede ahorrarte miles de euros y brindarte tranquilidad en tus desplazamientos y compras. ¡No dejes que tu tarjeta sea solo un medio de pago, conviértela en un aliado para protegerte!
Referencias