En un mundo financiero en rápida transformación, los mercados emergentes se han convertido en un imán para el capital internacional. Desde inicios de 2025, estos países muestran fundamentos económicos más sólidos y ofrecen oportunidades de inversión con potencial de crecimiento superior al de las economías desarrolladas.
Los indicadores macroeconómicos apuntan a un escenario favorable. Por un lado, la inflación se mantiene bajo control, lo que reduce la incertidumbre para los inversores. Por otro, las balanzas externas positivas y las mayores reservas de divisas refuerzan la confianza en la estabilidad de estas economías.
Más de dos tercios de las acciones relativas a calificaciones crediticias en estos mercados han sido positivas desde 2024, marcando el récord más alto desde la pandemia. Las empresas, por su parte, presentan balances corporativos excepcionalmente robustos, con un apalancamiento neto inferior al de sus pares en Estados Unidos.
Asia lidera las preferencias de los flujos globales de capital. Doce economías de la región acumulan desde 2010 superávits por cuenta corriente superiores a 8,5 billones de dólares. Gran parte de este excedente se ha invertido en activos privados, dejando atrás la tradicional tenencia de bonos del Tesoro de Estados Unidos.
Algunos de los destinos que destacan por su solidez y proyección son:
En África, los flujos de inversión extranjera directa crecieron un 84% en 2024, alcanzando 94.000 millones de dólares, aunque sin contar un gran megaproyecto en Egipto, el aumento real fue del 23%. Mientras tanto, en Latinoamérica y el Caribe, la IED cayó un 9%, aunque México logró un repunte del 11% y Brasil mejoró su desempeño en proyectos greenfield.
La atracción de capital hacia los mercados emergentes obedece a varios motores clave. En primer lugar, los inversionistas buscan rendimientos potenciales más altos que los que ofrecen las economías maduras. Además, la diversificación reduce la exposición a la volatilidad de los mercados tradicionales.
Los gobiernos, conscientes de esta oportunidad, han emprendido reformas estructurales profundas para facilitar la llegada de capital foráneo. Un ejemplo claro es el de los Emiratos Árabes Unidos, que planea duplicar su IED acumulada a 354.000 millones de dólares y alcanzar 600.000 millones para 2031.
A pesar del panorama optimista, existen incertidumbres geopolíticas significativas. Las tensiones comerciales, la fragmentación de mercados y las políticas proteccionistas pueden ralentizar la inversión en regiones como Europa del Este.
Además, el flujo global de IED hacia países en desarrollo cayó un 2% en 2024, marcando el segundo descenso anual consecutivo. Esto evidencia los desafíos que enfrentan estos países para financiar sus proyectos, especialmente aquellos relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Otro factor de atracción es el avance en la digitalización de las monedas nacionales. Varios bancos centrales están implementando monedas digitales, lo que promete agilizar transacciones internacionales y reducir costos operativos para los inversores.
Esta innovación puede consolidar un ecosistema financiero más transparente y eficiente, elevando la confianza de los capitales globales en el mediano plazo.
Los mercados emergentes están forjando un nuevo orden económico más diverso y policéntrico. Para los inversores, esto se traduce en la posibilidad de construir carteras más resistentes y rentables.
Si estás considerando diversificar tus inversiones, ten en cuenta los siguientes consejos:
Con un enfoque informado y estratégico, puedes aprovechar el impulso de estas economías en crecimiento y participar en la transformación del panorama financiero global. Los retos existen, pero las oportunidades son tan vastas como el potencial de los propios mercados emergentes.
Este análisis integral te brinda una visión clara de cómo los mercados emergentes han consolidado su posición en el radar de los inversores globales. Al incorporar estos datos y tendencias en tu estrategia, estarás mejor preparado para captar las mejores oportunidades y navegar con éxito en un entorno cada vez más competitivo.
Referencias